Cartuchería
Las armas de fuego, o armas de fuego cortas, son aquellas que se cargan con pólvora negra y un proyectil, generalmente metálico. La pólvora se compone de una mezcla de nitrato de potasio, azufre y carbono, mientras que el proyectil es una bala, una esfera de metal que se dispara a gran velocidad. La cartuchería es la munición que se usa en estas armas.
La primera cartuchería se fabricó en el siglo XVIII, aunque el proyectil no era metálico, sino de cerámica. La bala de metal se introdujo en el siglo XIX. Hoy en día, las armas de fuego se usan en muchos campos, como el militar, el policial y el deportivo. Sin embargo, su uso más común es el crimen.
Las armas de fuego son una amenaza para la seguridad pública y, por tanto, están reguladas por ley. En muchos países, el uso de armas de fuego está prohibido, salvo en casos de autodefensa o legítima defensa. En otros, el uso de armas está permitido, pero está regulado por ley. Por ejemplo, se pueden comprar armas, pero hay que registrarlas y cumplir unas condiciones.
Las armas de fuego se clasifican en dos categorías: armas de fuego cortas y armas de fuego largas. Las armas de fuego cortas son aquellas que tienen un cañón de menos de 18 pulgadas (46 cm), como las pistolas y las escopetas. Las armas de fuego largas son aquellas que tienen un cañón de 18 pulgadas (46 cm) o más, como las rifles y las ametralladoras.
Las armas de fuego cortas se clasifican en tres categorías: armas de fuego de defensa personal, armas de fuego de caza y armas de fuego de competición. Las armas de fuego de defensa personal son aquellas que se usan para protegerse de un atacante. Las armas de fuego de caza se usan para cazar animales. Las armas de fuego de competición se usan para participar en competiciones de tiro.
Las armas de fuego largas se clasifican en dos categorías: armas de fuego de defensa personal y armas de fuego de guerra. Las armas de fuego de guerra se usan para luchar en una guerra.
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